Entre Códigos

Cuatrecasas repasa sus tres años en Chile y asegura: "Todo apunta a que sigamos con un crecimiento orgánico importante"

Tras un año marcado por el fichaje de cuatro nuevos socios, el estudio de origen hispano ya cuenta con más de 50 abogados y proyecta sus próximos pasos.

Por: Karen Peña | Publicado: Miércoles 17 de enero de 2024 a las 14:40 hrs.
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Sebastián Leyton, Francisca Levin, Michel Diban y Raúl Fernández (de izquierda a derecha).
Sebastián Leyton, Francisca Levin, Michel Diban y Raúl Fernández (de izquierda a derecha).

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Tras aterrizar en Chile el 2020, el estudio de abogados de origen hispano Cuatrecasas tuvo un activo 2023, saliendo de la etapa de puesta en marcha. Dentro del plan estratégico de crecimiento estaba darle escalabilidad al proyecto y cubrir otras áreas distintas a las cuatro esenciales que manejan, o buscar maneras de reforzar y darle mayor profundidad a algunos de estos nichos, y el año pasado hubo una combinación de ambos objetivos.

Por un lado, arribaron abogados a liderar prácticas nuevas dentro del estudio. Ese fue el caso de Sebastián Leyton que desde la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) llegó a fines de enero a reforzar el área de regulación y energía. A lo que se sumó el fichaje de la exjefa de Fusiones de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), Francisca Levin, a cargo de la práctica de libre competencia; y de Raúl Fernández quien asumió como nuevo socio a cargo de liderar el área laboral. Pero además, la firma hizo una incorporación estratégica al reclutar a Michel Diban, exMorales & Besa, como nuevo socio de la práctica corporativa y M&A. 

"Estos primeros meses han sido muy buenos porque para nosotros uno de los ejes de crecimiento es el talento. Mientras mejor sea el profesional, mejor servicio le va a poder dar a tus clientes, partiendo de la base que hay un elemento de cohesión entre todos", comenta el socio director de Cuatrecasas en Chile, Cristián Conejero, sobre las nuevas incorporaciones.

Conejero reconoce que el mercado legal tuvo un difícil 2023, porque hubo una concentración de operaciones transaccionales, algunas relevantes, pero el volumen ciertamente se redujo en comparación con años anteriores. "Había mucha competencia por captar o posicionarse en las transacciones que surgían y en eso la práctica corporativa anduvo muy bien. Se pudo participar en un número muy importante de transacciones y alguna de ellas de valor relevante", destaca.

Para Cuatrecasas, el 2023 fue el momento del "despegue y el crecimiento", aunque se reconoce que el crecimiento ha sido rápido. Cuando se abrió la oficina en mayo de 2020 eran cuatro abogados y hoy son más de 50. Ocupan el cuarto piso del edificio ubicado en Avenida Nueva Costanera 3.300, arrendaron parte del quinto y acaban de cerrar el arriendo de todo el primer piso, que son más de 600 m2 en donde tienen previsto un auditorio y salas de reuniones. 

"No hemos llegado a un punto de meseta"

"Todo apunta a que sigamos con un crecimiento orgánico importante y sostenido en el tiempo. Y eso también es parte del éxito que han tenido las áreas de práctica y la proyección de crecimiento que le damos a las áreas que acabamos de incorporar", asegura Conejero. Este crecimiento se traducirá en que seguirán apostando, no solo por captar al mejor talento cuando se incorpora al mercado laboral, sino que retenerlo en el tiempo y poder promoverlo como socio. "En eso una de las claves ha sido el componente global de Cuatrecasas", sostiene.

Y adelanta que ya tienen previsto este año cerca de 15 contrataciones de abogados recién salidos de la universidad, porque la base sin duda seguirá creciendo. 

El socio director de la firma es enfático: "Lo que vemos es que el proyecto tiene todavía mucho campo para crecer en Chile y a nivel latinoamericano". Según asegura, "este es un proyecto que se sigue armando, sobre la marcha, no ha terminado de crecer. No hemos llegado a un punto de meseta".

Reconoce que tienen identificados también ciertas áreas en las que probablemente haya que hacer alguna otra incorporación lateral. "Del mismo modo que logramos detectar en su momento las áreas que incorporamos en el 2023, vemos que hay ciertas áreas relacionadas con recursos naturales o temas de fintech, protección de datos, compliance, por mencionar alguna, en donde estamos viendo con interés cómo se siguen desarrollando y eventualmente se necesite contar con un especialista o una especialista más senior", afirma. 

Y si bien no están pensando en fusiones, reconoce que siempre están abiertos a oportunidades de incorporar no solamente abogados, sino a veces prácticas completas de abogados que tengan un foco en una determinada área de interés.

En concreto, recalca que "el sello seguirá siendo y quizás con mayor foco y atención todavía por el número de incorporaciones el desarrollo de los aspectos cualitativos de la asesoría". "Parte de la apuesta de Cuatrecasas en América Latina siempre ha sido eso. No fue poner una bandera en América Latina para decirle a sus clientes europeos 'tenemos ahora oficinas en estas cuatro jurisdicciones de América Latina', sino que fue ser capaces de replicar lo que es Cuatrecasas en Europa, en América Latina", añade. 

A nivel internacional, uno de los objetivos en el siguiente trienio para Cuatrecasas, pero que seguirá desarrollándose después es lograr el desarrollo de prácticas transversales, lo que implica que de alguna manera se empiecen a desdibujar las unidades territoriales. También, destaca el foco en la innovación tecnológica en la prestación de servicios legales donde hace tres años contrataron los servicios de un proveedor de servicios de inteligencia artificial tipo Chat GPT, pero desarrollado específicamente para la industria legal que se denomina Harvey. 

Y destaca que están buscando desarrollar o poner el foco de atención en áreas nuevas de la intersección del derecho con otras áreas, como por ejemplo, todo lo que tiene que ver con ESG y derechos humanos en el ámbito empresarial. 

Caso audios: "Es reprochable para ambos lados de la vereda"

La ética en la vereda legal volvió al ruedo por el denominado "caso audios" en que está involucrado el abogado Luis Hermosilla. Para Conejero, se trata de un caso que ha tenido un cierto nivel de conmoción, porque implica no solamente conductas de abogados en el ejercicio profesional, sino que también posibles implicancias de funcionarios públicos.

"Evidentemente, eso es reprochable para ambos lados de la vereda. Como abogados tenemos un deber ético de conducirnos en la asesoría a nuestros clientes dentro del marco de la ley. Y ser también muy transparentes con el cliente en qué es lo que se puede y no se puede hacer", recalca. Esto, explica, porque "también a veces estas situaciones se producen por esa falta de transparencia o opacidad en cuáles son los límites o hasta dónde puede llegar la asesoría del abogado". 

En este caso particular, consultado por un eventual daño a la profesión, sostiene que el impacto que esto puede causar se verá en el tiempo. "Es difícil medir cuál será el impacto más allá del impacto mediático. Hay eso sí una consecuencia que es una toma de conciencia de que estas prácticas existen o han existido y que hay que hacer algo para remediarlas o abandonarlas, y sancionarlas sobre todo", dice. 

Un análisis interno que han hecho, dice, "es cómo mantenerse fuera o muy lejos de ese tipo de prácticas y cómo detectar lo que llamaría alarma o red flags de cuando son situaciones de las que uno debe guardar distancia o abstenerse de prestar asesoría".

Conejero asegura que el Colegio de Abogados hace tiempo ha tratado de impulsar una agenda que mire a una mejor conducta ética de los abogados. El tema de fondo, advierte, es que la colegiatura o la afiliación no es obligatoria. "Hay muchos abogados que hoy operan en el mercado, que prestan servicios legales y que no tienen ningún tipo de afiliación con el colegio y, por lo tanto, no están expuestos a sanciones", dice. 

En cuanto a si se debería trabajar en una afiliación obligatoria, estima que ese tema da para un debate mucho más largo. A su juicio, habría que hacer ciertos cambios, probablemente estructurales, para que los abogados puedan tener una afiliación obligatoria. Apunta a que es difícil la exigencia y el monitoreo en el tiempo: "El colegio tendría que tener otro nivel de recursos para poder recibir a esa cantidad de abogados. Es un desafío bien grande en cómo hacerlo, pero quizás es una vía que, por lo menos, de cara al aspecto de control o monitoreo de conductas éticas de abogados, podría ayudar". 

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